Ya son muchas las semanas que los niños permanecen en casa encerrados sin apenas poder moverse. La situación de cada niño depende al igual que los adultos de las condiciones en las que uno viva, lo pueden llevar mejor o peor dependiendo también de su carácter pero muchos de ellos están llegando al límite. Es bastante tiempo en mi opinión. Los dirigentes deberían posicionarse para dar con una solución inmediata para los más pequeños como medida excepcional.

La gran mayoría están ya desesperados. Sin ser conscientes son grandes portadores de virus de todo tipo pero según los datos que nos ofrecen las estadísticas, apenas son niños los que lo han contraído. Este debería ser un motivo para poder hacer una excepción. Los menores no tienen ningún tipo de excusa como los adultos para poder salir a la calle, ni comprar en el supermercado, ni pasear el perro, ni tirar la basura… Algunos países de Europa ya permiten que los más pequeños de la casa salgan a la calle. Seguro que hay restricciones al respecto, pero al menos pueden estirar las piernas.

Tanto en España como en otros países hay muchas familias que no tienen una terraza donde poder  salir o apenas les llega la luz solar por tener las viviendas en zonas interiores de los edificios, apenas con pocos metros para toda la familia, sin internet, ni libros, ni juegos, ni dispositivos tecnológicos… muchos niños  están sufriendo las dificultades tanto económicas como emocionales que se viven en muchas casas en este confinamiento. Están apareciendo casos con ansiedad, trastornos en el sueño, pesadillas, estrés, obesidad, dolores de barriga y de cabeza…

Los datos nos indican de altos índices de obesidad infantil y que están en aumento. Desde luego  la mejor forma de hacer frente a este problema es sin duda el ejercicio físico. A parte de todos los beneficios físicos saludables que les aporta para el desarrollo de su cuerpo también debemos de considerar los beneficios psicológicos. La ansiedad, el estrés, nerviosismo  o el aburrimiento que hacen que los niños coman más cantidad y con más ansia, con una pequeña salida a la calle de corta duración todo esto desaparecería.

Aquí añadiría una pequeña concienciación a las familias del consumo de alimentos y bebidas con altos contenidos azucarados  que alteran nuestro organismo  pero ese es otro tema.  Por estas causas con ciertas medidas las autoridades deberían ser benévolas con los más pequeños. No es cuestión de libre albedrio todos al parque y jugar todos juntos.  Es cuestión de sensatez por parte de la sociedad de que una de las personas o la persona que están al cargo de algún menor lo acompañe a dar un pequeño paseo por la zona o comunidad donde vivan para estirar las piernas simplemente. Siempre bajo la supervisión y responsabilidad  de los padres y con condiciones. Nada de supermercados ni  ningún tipo de establecimiento.

Estas últimas líneas son para agradecer todos los esfuerzos de todas aquellas personas que se están arriesgando su vida cada día saliendo a trabajar como personal sanitario, policías, bomberos y en definitiva todos aquellas personas que ayudan para que no les falte de nada a esta sociedad.  Hay que valorar a los más pequeños y adolescentes  que están siendo un ejemplo para todas las generaciones venideras con su actitud de responsabilidad ante la gravedad de la situación actual. Ellos también son héroes.